“But Paris was a very old city and we were young and nothing was simple there, not even poverty, nor sudden money, nor the moonlight, nor right and wrong nor the breathing of someone who lay beside you in the moonlight.”

E. Hemingway.
"París era una fiesta"


Wednesday 13 April 2011

Lengüifinos

Leyendo "Brass", de Helene Walsh, me tropiezo con una polémica teoría sobre los divorcios en la segunda edad.

Según la protagonista del libro, los conflictos comienzan a partir de los cuarenta, con la proximidad del climaterio y el cambio de sabores en los fluídos femeninos. Los hombres encuentran menos placer en el cunnilingus y se dedican a un sexo aburrido que deja a sus mujeres insatisfechas. Ellas, por su parte, se resienten y por no sentirse utilizadas abandonan toda actividad sexual. Ellos comienzan a buscar otras relaciones mientras ellas se encierran en sí mismas...Resultado, dos infelices que al final deciden ir cada cual por su lado.

Tengo amigas de más de cuarenta que se van a reir de lo lindo cuando lean esto...espero.




La Belucci, que va por los cuarenta y ocho. Me encantaría ver al besugo que le hiciera ascos...

4 comments:

  1. JJAJAJAJAJAJA!!! La primera que se rie!

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  2. Si de destape se trata...oremos hermanos mios!...No creo qoe la crisis sexual de la segunda edad se deba al cambio de sabor en los fluidos femeninos, diganle a la Walsh que se lo lave con Listerine pa' que vea lo es gozar en un campo de pelota(s)...creo que se trata de falta de imaginacion, de sexo-cansancio, de comer "jamon" por mucho tiempo que por jamon que sea aburre...

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  3. Con Listerine?! Oiga, usted sí que es un flagelador. Peor que eso, sólo el Vaginol que vendían en Cuba, que le ampollaba la lengua a la gente. Según dicen, que yo de eso no sé...

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¡Habla, pueblo de Aura!