“But Paris was a very old city and we were young and nothing was simple there, not even poverty, nor sudden money, nor the moonlight, nor right and wrong nor the breathing of someone who lay beside you in the moonlight.”

E. Hemingway.
"París era una fiesta"


Thursday 18 August 2011

A la fiesta 'e los caramelos no pueden ir los bombones

Algunos recordarán que hace unos meses escribí sobre un galeno amigo que, después de ser el médico buena gente y pasador de mil trabajos durante el Período Especial, pasó a ser el médico medio hijo de puta e interesado pero ya con carro, casa nueva y cuenta en el banco del Período Misionero. Les conté entonces sobre lo lastimoso que me resultaba el cambio, por más que me esforzara en comprender y en no juzgar.

Pues bien, resulta que el buen hombre, al no tener viajes al africano continente en el horizonte ni alguna otra manera de continuar incrementando su recién adquirido capital que no fuera su trabajo, decidió asegurarlo de una manera lucrativa, antigua y vil donde las haya: prestando dinero al garrote.

Por un tiempo le fue bien, ganó no sólo efectivo sino en prendas y efectos que le dejaban los infelices que no podían pagarle vencido el plazo, y crecieron su ego y su avaricia. Mas, ya lo dice el poema, no hay sobre la tierra dicha estable y segura, y los tiempos que eclipsarían su fortuna vinieron en la persona de un hombretón, notorio sinvergüenza y chulo con papeles, quien le pidió un préstamo de 100 000 pesos y que a la hora de pagar lo hizo propinándole una paliza que lo dejó casi muerto, antes los ojos indiferentes de la congregación metodista que a esa aciaga hora salía del templo, culminado el servicio del sábado.

No puedo dejar de sentir pena por mi amigo, que después de todo no es más que una pobre oveja en el país de los colmillos. Fue un experimento arriesgado que obedeció a la Ley de Murphy  y  que probó para siempre aquel viejo refrán que reza "La ambición rompe el saco" y sobre todo este otro, más reciente pero igualmente lapidario que dice "Si no sabes, ¿pa' que te metes?"






3 comments:

  1. Da mas tristeza que otra cosa, ver como el dinero nos cambia, nos corrompe y nos transforma.
    No todos tenemos la fortaleza para mantener nuestra esencia, si esa, fue buena alguna vez.
    Un abrazo.

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  2. Eso último fue lo que le faltó al dotó, conocimiento del terreno y pantalones. Los garroteros nunca han sido tipos decentes de bata blanca, son criminales dispuestos a pasarle la cuenta al que no pague, con sus propias manos o con las de otro, pero al seguro.

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  3. El que se aprovecha del dolor y la necesidad ajenos no tiene perdón.

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¡Habla, pueblo de Aura!