“But Paris was a very old city and we were young and nothing was simple there, not even poverty, nor sudden money, nor the moonlight, nor right and wrong nor the breathing of someone who lay beside you in the moonlight.”

E. Hemingway.
"París era una fiesta"


Tuesday 15 November 2011

Odd

Pelador de frutas naturales. Forrador de botones. Especialista en destornilladores.  Suena raro? Pues no tanto, comparado con estos oficios, perfectamente comunes hace sólo unos cientos de años.

Depilador de sobacos. La nobleza de la Antigua Grecia era consciente de las desagradables emanaciones de las axilas peludas en los días de calor y actividad, y para eliminarlas empleaban a una persona diestra en el arte de sacar pelitos, que los depilaba con regularidad.

Mozo de la Silla del Rey. Este trabajo consistía, simple y llanamente, en limpiar las nalgas del soberano cuando este terminaba de hacer sus necesidades. Una labor al parecer ingrata, pero que sin embargo era disputada pues garantizaba una bien remunerada cercanía con el monarca.

Médico de sapos. En la Edad Media era creencia popular que los sapos tenían propiedades curativas. Un batracio era encerrado en una bolsita de cuero y colocado sobre la parte afectada del pasiente, hasta que este sanara, o muriera. Hubo en Europa médicos de sapos hasta comienzos de 1800.

Ahuyentador de perros de Iglesia. Una perraya en medio del sermón no es cosa de tomar a la ligera y los buenos curas bien lo sabían, de manera que delegaban en alguien la tarea de echarlos del templo a latigazos. El ahuyentador de perros tenía puesto fijo, pero como ganaba por cada perro que sacara del recinto, ponía todo su empeño y energía en su trabajo, lo cual provocó que la Iglesia decidiera eliminar el puesto: resulta ser que el hombre formaba más alboroto que los canes.

Y por último, la silla más importante de todas, el oficio de Delator. Sin respeto, pero ganando a manos llenas, los chivatos de la antigua Roma se ocupaban de denunciar a las autoridades pertinentes cualquier descalabro económico que prentendiera la buerguesía. El emperador Nerón (emparentado con Guarapo por parte de madre) se distinguió por hacer uso excesivo de los servicios de tales individuos.

Así pues, nos queda poco de qué asombrarnos. Nada hay nuevo bajo el sol, ni siquiera en Cuba, lugar peculiar donde los haya.

5 comments:

  1. Pá lo que ha quedado Silvio, pá mozo de la silla del rey

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  2. No, no hay nada nuevo bajo el sol..eso es lo triste, que no haya nuevo bajo el Sol. En vez de copiar las cosas buenas del Imperio Romarno, como las bacanales, el gusto por el buen vino y el relajo, nos hayamos traido a la Guardia Pretoriana y a los chivatos..No si yo te digo a ti..

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  3. ay mi madre! Bueno, está mejor que ser lingote de oro

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  4. A mí me parece muy bien que hayan expulgadores de piojos. Aquí a cada rato suena la alarma en las escuelas y yo tiemblo pensando en un piojo suelto en esta melena...

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¡Habla, pueblo de Aura!