“But Paris was a very old city and we were young and nothing was simple there, not even poverty, nor sudden money, nor the moonlight, nor right and wrong nor the breathing of someone who lay beside you in the moonlight.”

E. Hemingway.
"París era una fiesta"


Tuesday 29 September 2015

Bajos aterciopelados, un mal ejemplo y un D'Artacán que me ladre

Esta cancioncita va para mí, para mi espíritu de contradicción y mis impertinencias y mis malcriadeces, que si no las mimo yo no las mima nadie. Total, a quien le va a importar, cuando me muera, que haya tenido ciertos vicios.

Deuda de un día antes del martes

Ayer me he encontrado con el blog de Ernesto Pérez Vallejo, y he sonreído, como sonreí cuando encontré a Silvia Grav. No por regocijo ante el dolor -eso va aparte-, sino porque estoy tan harta de ver gente quejándose sólo para que otros le suelten el consabido "cuéntame-lo-que-te-pasa-que-yo-no-tendré-la-solución-a-tus-problemas-pero-al-menos-te-desahogas" antes de cerrar el ordenador e irse a vivir sus propias vidas de mierda, que cuando leo a alguien quitándose en el umbral de la puerta los tapujos y contándole a la habitación vacía hasta qué huesos le estorba la vida, ahora, me lleno de alivio. Es como si otros también perdieran su osito de peluche en un tranvía azul varado en medio de la ciudad vacía, o algo así.

De cualquier forma, decidí traerme uno de sus poemas para acá, si no por otra cosa, al menos para que alguno de ustedes pueda echármelo a la cara la próxima vez que diga la idiotez de que no leo poesía.
No hay por qué darlas.


Todavía a veces sigo escribiendo en voz alta


Hay quien llama distancia a la falta de deseo,
quien usa la palabra platónico para camuflar su cobardía.

Hay quien mantiene el silencio,
por temor a que lo que salga de su garganta
sea un nombre que ya debería haber olvidado.

Están los que se escandalizan con ciertas palabras,
coño, polla, follar, semen,
como si su existencia estuviera basada
en el acto de frotar dos piedras.

Estáis los que pedís la verdad a gritos
ignorando estúpidamente
que jamás podríais soportarla.

Los que pensáis que al tener esa ingrata habilidad
de saber pedir perdón sin despeinaros
ya os da todo el derecho de poder hacernos daño.

Los que habláis de imposible por que no fuisteis capaces.
Los que llamáis soledad a la incapacidad de estar con nadie.
Los que decís te quiero mirando a los ojos
porque en ellos veis vuestro propio reflejo.

Esos seres perfectos que culpan al destino de sus errores
y llaman intuición a cada acierto.
Esos que piensan que tener orgullo
es más importante que tener a alguien.

Vosotros que os habéis quedado con la duda eterna
por temor a la respuesta,
que confundís esperanza con optimismo,
que al dormir solo lo apodáis nostalgia.

Ustedes que miden el ego en centímetros,
el amor en tiempo en lugar de en suspiros,
el tiempo en minutos y jamás en pulsaciones.

Que lanzan una promesa como un globo
olvidando que pesa como una roca,
que al tamaño de unas tetas prominentes
lo llaman amor a primera vista.

Todos  esos que vais de cuerdos cuando la peor locura
es parecer demasiado sensato,
los que llamáis inteligencia al simple hecho
de citar a algún escritor que de saber de vuestras palabras
se hubiera hecho de ciencias.

Vosotros que me dais tanta pena,
que solo puedo reírme
mientras llega algún motivo
para llorar de verdad.

Como tu nombre.

Friday 25 September 2015

Una vez, un pueblo...

"Un beso es algo muy simple: dame la saliva, toma la saliva."

Manolo, el loco de mi pueblo.



Selening

La mitología nórdica cuenta que un lobo enorme engullía la luna, cada vez que había un eclipse lunar. Para los incas, era un jaguar quien la devoraba, mientras que los chinos culpaban a un dragón. Era costumbre entonces gritar y hacer todo tipo de ruidos para asustar a las bestias, y obligarlas a devolver la luz.

Yo, en cambio, pienso quedarme muy calladita, esta noche, mientras el lobo lame la sangre de Selene. Para momentos como estos, en que una siente los propios ciclos en perfecta sincronización con el universo, es que se es mujer.



Friday 18 September 2015

Cave adsum

Y le voy a poner un azabache al proyecto porque, como diría mi madrina, hay gente muy envidiosa en la vida, pero al final, lo que va a garantizar el éxito es que algunas mujeres son hijas de Eva, mientras que otras descendemos de Lillith, y así como las palabras tienen filo, nosotras también: cuidadito, queridos y queridas.

http://pleasurepalace.tumblr.com/post/97394541709



Wednesday 16 September 2015

Recuento

Cuando yo era muy joven, sentía que era mayor que mis contemporáneas. La razón era, principalmente, que no me entusiasmaban los poemas de Neruda, y que en las fiestas sudaba frío cuando alguien me sacaba a bailar porque mi sandunga se le había olvidado a la cigüeña por motivos que a mí me parecían lógicos, y a los demás alienos.

Pero había otros detalles. Había, por ejemplo, ellas, suspirando sudorosas  por Patrick Swayze, y había yo a oscuras, boca abajo, con el sabor a jabón basto de la almohada llenándome la boca, analizando con las dos manos a  Jareth y su "ámame, témeme, obedéceme siempre y seré tu esclavo". El Cañon del Colorado no habría creado abismo más insalvable. No era sencillamente otro mundo, era otro Universo. 

Un par de décadas después, la diferencia persiste. Lo único que ha cambiado es que ya mi madre ha aceptado que tiene una hija que se vuelve botas y cachemira en invierno, y sandalias y algodón en el verano, sin maquillaje de por medio.

Aún les llevo veinte años de una ventaja que no saben ver. Catch me if you can.



I mjukaste moll

Como aquel que, de camino al paraíso, mira hacia el infierno que conoce tan bien y se pregunta si encontrará allá los mismos cuentos, las mismas canciones, las mismas nostalgias, y quiere quedarse un poco, tan sólo un poquito más.


Tuesday 15 September 2015

Los viejos sitios donde amó la vida

 Uno se despide insensiblemente
de pequeñas cosas,
lo mismo que un árbol que en tiempo de otoño
se queda sin hojas.
Al fin la tristeza, es la muerte lenta
de las simples cosas,
esas cosas simples
que quedan doliendo en el corazón.

Uno vuelve siempre
a los viejos sitios donde amó la vida,
y entonces comprende
como están de ausentes las cosas queridas.
Por eso muchacho,
no partas ahora soñando el regreso,
que el amor es simple,
y a las cosas simples, las devora el tiempo.

Demórate aquí
en la luz mayor de este mediodía.
¿Dónde encontrarás con el pan al sol,
la mesa tendida?..
Por eso muchacho,
no partas ahora soñando el regreso,
que el amor es simple,
y a las cosas simples, las devora el tiempo.




Esta canción es una de mis más queridas. La he cantado con la Negra Sosa, y la he llorado bajito con Chavela Vargas, pero no había escuchado la versión de Martirio hasta ayer, y me ha pasado otra vez: aquí estoy, amando algo viejo con un amor fresquito, como si lo hubiera inventado ahora, cuando pensaba que ya no podía más.






Sunday 13 September 2015

Veinticuatro años de amor

Si alguien duda de que lo que bien se aprende nunca se olvida, tendría que mirarme imitar a Miguel Bosé, veinticuatro años después.

Saturday 12 September 2015

Como si la voz de una niña te lo pidiera

No honramos a los muertos
sino a los valientes.
Todos los muertos no fueron valientes...
El barro es la consigna de la oportunidad.
Ahí , contra púrpura y bronce,
espirales de polvo en el viento
reunido por la ráfaga de un baile,
el polvo rojo vibra como un abanico.
El barro desmenuzado se eleva,
se revuelve en una espiral de lus.
Coño, crece, como si la voz de una niña te lo pidiera...
una espiral, como el humo sobre el fuego
sobre esta pira,
mientras se escucha el grito agudo de una niña
que señala el horizonte con su mano.
Algunos de nosotros hemos amado esta tierra:
le dijimos a esa niña,
sus dedos en el polvo, que cantara.
El polvo era una bufanda, salvaje,
custodiando su baile. La vimos tirar
piedras rojas a los cimientos de las rígidas paredes. Hoy
los secos vientos devuelven el eco,
nos traen, a los dolientes
en las paredes del cañón, el rebuzno del ano.

Ernest Hemingway. Julio de 1937


Friday 11 September 2015

Pretty little policeman

Y porque a pesar de que los hijos de puta son muchos y muy grandes, también hay la contrapartida; a mi alrededor se moviliza la gente y abre caminos y corazones y quiere ayudar y lo hace, y sonríe uno entre las lágrimas porque tiene la suerte de pertenecer a ese grupo que tiene la posibilidad de aliviar un poco el dolor de otros y ser lo que menos puede ser alguien en la repuñetera vida: el prójimo.

Esta imagen tan simple y tan bonita, me ha lavado el alma hoy. Este policía danés, que juega con una niñita siria en la autopista entre Dinamarca y Suecia, es mi héroe del día: habría que empapelar el mundo con gente así, ahora mismo.

Dinamarca

Alemania


Dinamarca

Serbia




Nota aparte: Según el diario que publica la noticia, hay decenas de chicas enviando mensajes coquetos al agente en cuestión, y preguntando cuán mal hay que portarse para que vaya a arrestarlas, y es completamente comprensible: buenito, guapo y con un juego de esposas,  es apenas lógico que tenga una ganas de preguntarle: Policía, policía, ¿tú eres mi amigo?

Nota segunda: Han aparecido aún más fotos de policías haciendo lo que se supone que hagan cada día: proteger y servir, y yo, que normalmente tengo suelo mirarlos con ojos de blitzer, me muerdo la lengua con todo el gusto del mundo, por una vez. Bravo, carajo.

Thursday 10 September 2015

Come to Daddy (du og di borg av sand)


 Eso,  porque esta semana de mierda ya no da más del horror, y yo mido apenas 160 centímetros.




Wednesday 9 September 2015

Cuentas

Ahora, Mary, puedes enfrentarlo bien
y enfrentarlo en tu viudez
porque a donde hemos ido siempre hemos estado
así, todo lo que hemos visto:
el pardo, el amarillo y el verde
era pequeño y grande e impreciso,
pero muy, muy bueno;
y trepaba sobre nosotros como piojos de campo
hasta que los echamos a rodar con dados
venidos de dondequiera.


Ahora dondequiera es un lugar adorable
para los participantes de la carrera humana,
en la cual, si se han pagado las deudas
siempre se puede tener una azada:
una azada es buena, amable y dulce
y aún así corta a suficiente profundidad.

         Duerme bien, querida.
         Duerme bien, por favor
         sabiendo que estoy satisfecho.


Ernest Hemingway. "Poema para Miss Mary"
Noviembre de 1949.

Una vez leí el relato de una escena de "Victoria en el mar", una película sobre las operaciones navales americanas en la Segunda Guerra Mundial. Un grupo de soldados japoneses se rinde, y un marine norteamericano, empuñando un lanzallamas, se dedica a achicharrarlos  conforme van saliendo del refugio en que se hallaban, mientras sonríe a la cámara.  Hemingway solía detenerse en esa escena una y otra vez: quería aprenderse de memoria la cara del marine, porque tenía pensado matarlo él mismo, donde quiera que se lo encontrara.
 Hoy he visto a una camarógrafa húngara patear a un refugiado que corría con su hijo en brazos, haciendo que ambos cayeran, el padre sobre el pequeño, y he sentido la rabia cocinándome el hígado, y he regresado a Papa como siempre que me duele que la vida sea tan larga aún.
Pero tiene  que haber un lugarcito en el infierno para ti, Petra Laszlo, grandísima hija de puta, y yo pienso pasar por allí: si es así, get ready.

Tuesday 8 September 2015

De los mares con alas

Porque cuando creo que no puedo más de tanto martes aparece una amiga con una botella de vino y una sonrisa, y encuentro a Graham Franciose, y vuelve a lloverme.










Monday 7 September 2015

Sunday 6 September 2015

Dulce Bárbara, o casi

Y le he hablado a ella de la maleta de madera, cubierta con fotos recortadas de las revistas, y del collarín que me regaló mi tía Teresa, sabedora de que lo adoraba, y de la pared de mi cuarto -la mitad que me tocaba- llena de afiches, y de la burla de mi papá, que decía que parecía retrasado mental, y de una tarde de lluvia que recuerdo como si fuera la de ayer, echada en mi camita, escuchándolo, segurísima de que jamás se me pasaría el amor.

Y ha sido gracioso, volver a mis catorce años a través de los suyos.


Saturday 5 September 2015

Hogar


nadie deja su hogar a no ser
que el hogar sea la boca del tiburón
corres hacia la muralla sólo
cuando ves que toda la ciudad corre también
tus vecinos aún más veloces que tú
con el aliento ensangrentado  en la garganta
y el chico de tu clase que
solía besarte detrás de la vieja fábrica
carga un arma más grande que él mismo
sólo dejas el hogar cuando
el hogar no quiere que te quedes.

nadie deja el hogar a no ser que el hogar te persiga
brasas bajo los pies
sangre caliente en tu estómago
es algo que no pensaste hacer
hasta que sentiste el cuchillo en tu cuello
e incluso entonces cantaste el himno 
por lo bajito
haciendo pedazos tu pasaporte en el baño de un aeropuerto
sollozando porque cada bocado de papel
dejaba claro que nunca volverías.


tienen que comprender
que nadie pone a su hijo en un bote 
a menos que el agua sea más segura que la tierra
nadie se deja las manos bajo un tren, bajo un vagón
nadie pasa noches en la barriga de un camión cerrado
alimentándose de diarios
a menos que las millas recorridas signifiquen algo más que un viaje.
nadie se arrastra bajo una cerca
nadie quiere ser golpeado
desdeñado

nadie escoge un campo para refugiados
o cacheos que te dejan el cuerpo dolorido
o la cárcel
porque la cárcel es más segura
que una ciudad en llamas
y un custodio
en la noche es 
mejor que un pandilla
de hombres que se parecen a tu padre
nadie lo soportaría
nadie podría acostumbrarse
no hay piel alguna así de resistente


los
fuera de aquí, negros
refugiados
sucios inmigrantes
asilados
sabandijas desangrando nuestro país
negros con la mano extendida
malolientes
salvajes
jodieron su país y ahora quieren
hacer lo mismo con el nuestro
cómo estas palabras
las miradas de odio
resbalan sobre tu piel 
quizás porque te hacen menos daño
que un miembro arrancado


o las palabras son menos dolorosas
que catorce hombres entre tus piernas
o los insultos son más fáciles de tragar
que los escombros
que los huesos
que el cuerpo de tu hijo 
hecho pedazos

quiero regresar a casa
pero mi casa es la fauce del lobo
mi casa es el barril de una pistola
 nadie dejaría su hogar 
a menos que el hogar lo persiguiera hasta la playa
a menos que el hogar te diga
que te apresures
que dejes atrás tu ropa
que te arrastres en el desierto
que quedes a la deriva en el mar
ahógate
sálvate
pasa hambre
ruega
olvídate del orgullo
sobrevivir es más importante

 nadie deja su hogar hasta que el hogar es una voz sudorosa en el oído
diciendo:
vete, 
aléjate de mí, 
no sé en qué me he convertido
pero sé que cualquier otro lugar es mejor para ti 
que yo ahora.

Warsan Shire


Wednesday 2 September 2015

Closure

Haciendo memoria, he recordado más. Le gustaba la ciencia ficción, a aquel chico, y sabía que me gustaba escribir. De hecho, creo que fue una de las pocas personas a quienes dí a leer mis cuentos de entonces; la verdad es que, excepto uno,  no sé qué se hicieron, pero es mejor así, porque sospecho que me moriría de vergüenza ajena si los leyera ahora -una cambia tanto en veinte y tantos años que parece que estuviera hablando de otra muchacha.

 La cosa es que que me pidió una vez que le dedicara mi primer libro, si alguna vez lo escribía, y yo le dije que sí. Era fácil decir que sí en aquella época, me digo a mí misma hoy; cualquier dolor estaba aún por llegar, -pronto, muy pronto, pero no todavía- y las promesas crecían entre las brujitas del jardín. De modo que le prometí la dedicatoria, segura de que no sólo escribiría el libro, sino de que él seguiría en mi memoria, como una banderola de la decencia, erguida y ondeante, para cuando lo hiciera.

La verdad es que lo recuerdo porque sí, porque los elefantes y yo tenemos la desgracia, porque sólo una lobotomía terminaría del todo con ciertas cosas, porque lo que se sustenta de los sentidos está destinado a sobrevivir; pero, a estas alturas, he de ser sincera: no hay libro aún, y puede que no lo haya nunca pero cuando lo haya no se lo voy a dedicar a nadie que haya pasado por mi vida sin hacerme daño.

 Lo que sí puedo hacer, y hago, es reconocer que no cumpliré mi promesa y disculparme por ello: lo siento, Danny. La última vez que te ví estabas con una rubia que tenía más curvas en un solo lado del cuerpo de las que yo tendré jamás, cerebro incluído: espero que eso te haya compensado. Te dejo en cambio esta cancioncilla, que te escuché tarararear entre dientes un día.
 Good luck, and good life.





Cantaclaro

Cada vez que veo o escucho a alguien quejarse de lo mordaces que somos las mujeres me viene a la mente un pequeño incidente.

Si lo pienso bien, tiene que haber ocurrido antes, o quizás durante alguna de aquellas pequeñas, muchas pausas del cataclismo inicial, cuando todavía no me dolía nada; la cuestión es que era muy joven, y estudiaba primero de inglés, y tenía un compañero de clases que, después de meses de miraditas, se animó a invitarme al cine, una tarde. Acepté, más que nada por no hacerle el desaire, y fuimos a ver "Sueño Tropical", una de las peores películas del cine cubano de los noventa. (Peor es poco: punible, es el término adecuado).

Recuerdo perfectamente que no intercambiamos ni media palabra durante la hora y algo que duró aquello; luego él me acompañó a mi casa, y se despidió con una frase que no sólo me tomó por sorpresa sino que me dejó cavilando. Al otro día  el grupo de amigos, que había seguido con interés la coyunda de las miradas, no cabía en sí de la curiosidad, y la verdad es que yo tampoco cabía en mí de la perplejidad, así que cuando una de las muchachas preguntó: "¿Y entonces? ¿Qué pasó? ¿Qué te dijo?", tuve que responder con la verdad:

—No mucho. Nada, en realidad, mientras estuvimos en el cine, —contesté—;pero luego, cuando se iba, me dijo que si me había gustado la película haría bien en ser su novia, porque él "trabaja muy bien en la cama".
—Ah, sí, eso es verdad—replicó el novio de otra de las amigas.— Él en la cama trabaja muchísimo: poniendo mosquiteros no hay quien le eche un pie alante.

El grupo estalló en risas, y yo con ellos, pero desde entonces no hay quien me haga cuentos: los hombres son hombres mientras no pueden ser mujeres, y la mayoría puede, cuando le parece.

Nota aparte: Si alguno de mis compañeros de estudio pasara por acá, por casualidad, y reconociera al susodicho en cuestión, se le ruega encarecidamente que la risa sea por lo bajito. Me consta que el escozor duró años, y no quiero más remordimientos.

Segunda nota: He decidido ponerle musiquita a esto, y nada mejor que "Oh, vida", de Benny Moré, que además de ser una de mis canciones del corazón era lo único salvable de la película. So there.



Leather on your lips

El diario hay un soldado enmascarado, utilizando todo el peso de su obsceno cuerpo para inmovilizar a un niño; hay cadáveres pequeñitos, flotando en un mar de indiferencia; hay turbas tristes, mirando impotentes los trenes de la alegría, al otro lado de la cerca; hay políticos con cara de cerdo y alas de tiñosa esperando más desgracia, como quien espera Abril.

Fuera del diario, en cambio, hay esto. Y viéndolo me siento como mi calle, cuando el aguacero de las tres cae y rellena sus baches y arrastra la basura, y lo limpia todo con una fuerza efímera pero imposible de ignorar. Luego aparecerán los gorriones ahogados, pero esa será otra pena.


Tuesday 1 September 2015

Trenchcoated

Mi papá, y el forro rojo y suave de su London Fog. Bogart. John Constantine. Sting. Cutting Crew. Y Sinead O'Connor, calva y bella y llorosa, caminando entre tumbas otoñales. La sonrisa que me devuelve el espejo es por eso, porque un sobretodo es muchísmo más que un abrigo, si uno le llena los bolsillos con trillos del corazón.